domingo, 18 de junio de 2006

Como ir a la playa con dignidad

En estos meses veraniegos el calor comienza a apretarte de manera reiterada. Como madrugo bastante y a esas horas de la mañana el sol aun no asoma su amarilla carita y hace una brisilla magnifica da igual. Pero el problema es a media mañana cuando toca salir a hacer las gestiones externas de la oficina (paseos cargado de papeleo vamos!). Mi ciudad es una olla a presion, nada de tonterias de veintitantos, no no, sensaciones termicas en torno a los 40º que es mas divertido.
Asi que para no subir de temperatura hay que ir de sombra en sombra como un ninja. Si veo que me sube de mas miro los precios de los trapitos en las tiendas de moda y me quedo helado. Ademas uso el sistema tuareg de doble camiseta para crear una capa interna de aire que te mantiene mas contento que un camarón en la playita. Lo unico que mis amigos aun no se lo acaban de creer y menean la cabeza cuando me ven con mis dobles camisetas (y eso que conjunto los colores).
A lo que iva, que para rebajar los grados Celsius, Kelvin y Farenhait todos juntos, si el tiempo y las autoridades gubernamentales y/u/o militares no lo impiden vamos a la playa. Unos amiguetes bien avenidos en un coche pequeño y con sopotocientos grados a la sombra es lo mejor para estrechar lazos. Ahora que no hay mili tendremos las anecdotas de la playa.
En primer lugar estará el problema de puntualidad matinal. Claro, esto no pasaría si no salieramos de marcha la noche anterior, pero quien no va a salir un viernes, nadie, claro (salvo el conductor, que mucha marcha pero precaucion amigo conductor). Estas son las primeras anecdotas, que si uno llega tarde, que si el otro bosteza y para despejarlo le hurgas con el dedo en las costillas (cariñosamente claro)...
Luego está el trayecto en coche. Si tuviesemos un coche supercaro la cosa no tendría gracia. Por desgracia para los que no lo han vivido, la mejor aventura es ir en un cuatro latas arriesgandote la vida, eso es adrenalina. Porque claro, ir en un coche nuevo a 190 Km/h por la autopista lo hace cualquiera. Eso no es arriesgar ni adrenalina ni nada. Lo aventura real está ir en el dichoso cuatro latas a 80 km/h, notando como vibran todos y cada uno de los tornillos, encomendandote a San Cascote, patrono de los piñazos, y combatiendo miedo y ruido con los grandes exitos del Fary a todo volumen.
Ademas de ir sin aire acondicionado, por supuesto. Pero fingiendo tenerlo en cada ciudad, para no ser menos que los demas, para lo que subimos las ventanillas hasta arriba, a riesgo de ahogarnos, sudando como patos (aunque no se si los patos sudan), pero felices.

Por fin llegamos a la playa, nos cambiamos, es decir, nos quitamos la camiseta porque es importante ya cambiado para recuperar el tiempo perdido con el coche. La ultima machada de este año es mi modelito de bañador, a saber. Si veis a un paisano con un bañador rojo-pasión (no tendreis problemas para localizarme en un rango de 1-3 km) podeis sospechar que soy yo. Pero como me quedan un poco flojos (es lo que tiene el enamorarse, que se adelgaza) les puse un cinturon de schweeps amarillo canario. Ya se que parece atrevido pero la conjuncion es increible, y ademas queda en plan moda retro. ASi que ya sabeis, si el bañador rojo tiene un cinturon amarillos soy yo...