No me vengas con excusas. Hoy hablamos muy clarito a las 8 a.m. que miré primero que hora era en el aipone (en realidad es Samsung, pero como el nombre viene escrito por delante ahí lo pone -> Aipone). Recuerdo que el plan acordado fué.
- 8.20: Levantarnos, ducha + afeitado
- 8.30 - 8.40: Bajarse al "Aisberg" (bar/cafetería/puticlú/venta de submarinos). Esta hora no es casual, esta basada en un sacrificado estudio a lo largo de años de sábados y sabadetes en que quedo con mi hermano para desayunar allí, llegando a una escalofriante conclusión ... antes de las 8.30 no hay tortilla.
... y luego a partir de ahí, pasar por la peluquería de señoras, corte de pelo rápido e ir a la estación reservar billetes para cuenca, invadir el mundo, quedar con Bin Laden ... esas cosas típicas de sábado.
Ese era el plan ... y luego el tontolculo de mi cerebro se pone en standby, hasta las 10:30 que estoy escribiendo esto con un cabreo de tres pares.
... y que uno no se puede fiar ni de si mismo.
... y que uno no se puede fiar ni de si mismo.
