jueves, 24 de noviembre de 2005

Soy Marxista, de tendencia Groucho

Julius murió, por desgracia para el mundo un 19 de agosto de 1977. Un mes y 3 dias despues de que yo viera la luz. Es una de las personas que lamento no haber podido conocer (junto con mis abuelos, que no pude conocer) .

Groucho es un cómico que fué mucho más que un cómico. Filósofo con una verborrea incansable, estrella del teatro, la radio y la televisión, leyenda del cine y, sobre todo, el seductor más irreverente y desvergonzado que ha dado Hollywood. Todo esto era Julius Henry Marx, el pequeño de los tres hermanos más conocidos del clan. Ahora que cada año se celebra algún aniversario de las muertes o los nacimientos de grandes estrellas, sería injusto no recordar que que desapareció el falso bigotudo más famoso del mundo. Detrás de sí nos ha dejado grandes escenas que estan grabadas a fuego en la mente de un infante. Aquellas tardes de sabado en blanco y negro. Frases memorables, algunas de las escenas y réplicas más famosas de la historia del séptimo arte y una inscripción en la lápida de su tumba que resume a la perfección su filosofía cínica e insolente: "Disculpen que no me levante".
El payaso-listo Groucho era como el payaso-listo del circo Marx. Siempre interpretaba a estafadores con una presunta apariencia de honorabilidad, mientras que Harpo y Chico formaban la parte más cómica, a menudo a costa de los chistes de su hermano. En Sopa de ganso, una de sus mejores películas, Groucho dice hablando de Chico: "Puede hablar como un imbécil y parecer un imbécil, pero no se engañen, en realidad es un imbécil".
Sus atrevidas bromas alrededor del sexo, las mujeres y el matrimonio todavía están de moda y, pese a que no entrarían ni con calzador en nuestra sociedad, sería muy divertido ver como lo intentaba. En los últimos años de su vida, durante un encuentro con Woody Allen, el director le preguntó si seguía algún régimen y Groucho, casi sin inmutarse, respondió: "Como todo lo que me apetece. Incluso, a veces, alguna chica". Woody Allen ha sido, precisamente, uno de los encargados de recordar a Julius. Admirador incondicional y digno heredero del humor marxista, el director organiza una fiesta en Todos dicen I love you donde todos los invitados (e invitadas) van caracterizados con el bigote, las gafas y el cigarro.
Groucho también fue escritor. Pese a que afirmó que "leer mi biografía es tan estúpido como escribirla", el actor publicó "Groucho y yo" y "las Memorias de un amante sarnoso", donde hace gala de su atracción por el sexo femenino y donde da una teoría sobre la falsa mudez de Harpo. Según explica, éste le hizo una vez una sugerencia tan absurda que Groucho no pudo evitar decirle que "si siempre vas a proponer cosas así, mejor te callas".
Mujeres, mujeres, mujeres. En lo que a mujeres se refiere, tuvo tres matrimonios, el último con una chica más joven que su propia hija, y numerosas amantes cinematográficas a las que seducía e insultaba con gran facilidad. En Una noche en Casablanca, por ejemplo, le dice a una de las protagonistas apasionadamente que es la mujer más hermosa del mundo. Cuando ella le pregunta si es cierto, Groucho replica: "No, pero no me importa mentir si con ello saco algo".
La lista de nombres de mujeres con las que compartió pantalla es larguísima. Maureen O’Sullivan (que dejó a Tarzán para hacer Una tarde en las carreras), Florence Rice (Una tarde en el circo), la también cómica Lucille Ball (El hotel de los líos) y muchas otras, entre las que habría que destacar a Marilyn Monroe. La sex-symbol tuvo uno de sus primeros papeles en los minutos finales de Amor en conserva, uno de los últimos productos de los Marx i, todo hay que decirlo, uno de los menos afortunados. Marilyn entra en el despacho del detective que interpreta Groucho, quién le pregunta: "¿Puedo hacer algo por usted?". Después se vuelve hacia la cámara y exclama: "¡Qué pregunta más absurda!".
Pero si hubo una mujer importante en la vida (cinematográfica) de Groucho Marx fue Margaret Dumond. La eterna viuda rica a quien el incorregible Julius seducía constantemente para sacarle dinero. Sin embargo, Dumond nunca entendió el humor de su pretendiente. Estaba convencida que sus películas eran de alta comedia y, durante los estrenos, era frecuente oírla preguntar "¿De qué se ríen, Julius?" mientras el público se retorcía en sus butacas. Ella era la mejor diana de las insolencias de Groucho. En Sopa de ganso, Dumond explica que besó a su marido antes de que éste muriera. Adoptando un tono agresivo, Groucho grita "¡Ya veo, su marido fue asesinado!".
La calidad y el carisma de Groucho se aprecian cuando hay que enumerar sus escenas más emblemáticas. Es casi imposible incluirlas todas. El "¡Más madera!" de Los hermanos Marx en el Oeste, la dudosa revisión médica de Una tarde en las carreras, la guerra de Sopa de ganso (donde Groucho cambia de indumentaria y de época repetidamente) y, escena entre escenas, la aglomeración del camarote en el crucero de Una noche en la ópera, el primer film de los Marx para la Metro Goldwin Mayer y uno de los pocos con un argumento coherente. Ninguna de las entradas de personajes tiene desperdicio. Una de las más conocidas es la de la manicura que, cuando le consulta cómo quiera las uñas, Julius responde "Hágamelas cortas que aquí ya empieza a faltar sitio".
Frases rápidas y chistes ingeniosos poco respetados, adaptados y, en algún caso, mejorados por la traducción al español. Esto es la herencia de Groucho. Viéndolo todo, no sorprendería que fuese cierta la anécdota narrada en Groucho y yo, donde asegura que, un día, se le acercó una mujer en la calle y le dijo: "Por favor, no se muera nunca". En el libro, él añade "¿Qué más se puede pedir?" Pues eso.

Dicen mis amigos que mi peligro no es que se me pueden ocurrir ideas de bombero, el peligro es que puedo hacerlas. Soy un ente parecido a Groucho quitando sus ideas sobre el sexo femenino (asi como sus ligoteos). Siempre que en un cuestionario me plantean la pregunta de cual es tu personaje favorito, o tu idolo, o el mas grande, tengo alguna duda, me paro a pensar... y siempre acabas siendo tu Groucho.

3 comentarios:

X-art dijo...

Buenas noches Xtebra, he pensado durante dos dias, si debía hacer lo que voy a hacer.
Perdoname por desmentir una de las leyendas mas creibles.
Como no soy capaz de decirlo.....prefiero que lo veas tu mismo

http://www.thecemeteryproject.com/Graves/marx-groucho.htm

Xtebra dijo...

Jeje.
Ya lo sabía. Suele pasar con los grandes mitos. Como con casi todo si escarbas un poco acabas encontrando suciedad. Pero sus peliculas marcaron mi infancia y posiblemente mi vida. De todo se aprende. Era bastante malo con las mujeres y eso es algo que no soporto. Pero si quiero ser mejor tengo que aprender solo las cosas buenas de los demas, y sus burradas eran muy buenas por lo que me quedo con ellas y obviaré el resto.

Gracias de todos modos.
"estos son mis principios, si no ten gustan tengo otros"

Anónimo dijo...

Mierda, esa leyenda era un clásico. Te odio X-art :-PP