lunes, 14 de julio de 2008

Corazon helado

Cuando crees que todo esta arreglado, cuando crees tener lo que deseas, la vida te recuerda que la realidad supera siempre a la ficción.
Ya no se que hacer para parar el dolor. Tanto congelé el corazón, para que dejara de doler, que un golpe lo ha roto en mil pedazos, mil cachitos de cristal, brillantes como el sol, afilados como diamantes.
Llevo varios días recogiendo pedazos, y lo unico que he conseguido es destrozarme los dedos. Mil veces me he pinchado, y mil pedazos me faltan por reunir, y solo quiero que pare el dolor, pero al mismo tiempo se que no puedo dejar ninguna astilla sin recoger, no sería justo.
Lo único divertido fué el sabado. Un glorioso día. Esta vez tuve suerte, y en vez de un doctor, en urgencias me tocó una doctora. Yo no quería ir, total, casi 40º de fiebre no es tanta cosa para mi, acostumbrado a una temperatura normal de 38º mas o menos, pero al final, me convencieron razonablemente apuntandome con una pistola.
No es que sea divertido delirar, sudar como un pollo, y repetir un nombre una y otra vez, que luego te pregunte la doctora, y tengas que explicar, que esto ya te había pasado una vez, despues de una ruptura sentimental. Hay quien se cabrea, quien se emborracha, quien lo niega. Yo lloro y pillo fiebre a lo bruto, que es mas divertido.
Luego la doctora me comenta que tengo unas amigadalas inusitadamente grandes "amigdalas de caballo" es el término que usan los médicos, siempre que me ven así. Un par de antifebrectales de caballo, dos días sin comer, ni dormir, sin poder abrigarme y pasando frío, y ya vuelvo a estar como un toro.
(Fisicamente), porque mentalmente estoy ido, ido, ido. Pero bueno, son cosas que pasan.

2 comentarios:

Toxcatl dijo...

¿que te ha pasado, zagal?

Xtebra dijo...

Mal de amores :(
(pensé que estaban claras las metaforas).