miércoles, 16 de julio de 2008

La toalla de las narices

Hala, felicidades a todas las Carmen, Valentin (tambien podía echar una mano para temas amorosos ya que su santo es mi cumple), Fausto y Sisenando.
Me encanta tener amigos/as (y querida), tan simpaticos como yo. Esas felicitaciones de cumpleaños a las 04:00 a.m. de la mañana, que vale, si, yo tambien lo hago, pero yo soy yo, que luego me tengo que superar y a ver que hago.
Despues del primer e infartante sms a las 04:00 a.m. (el mas querido por cierto), el resto ya pasan a ser normales con recochineos varios sobre la edad, la jubilación, achaques de la edad y demas temas de recochineo vario.
Pero este año se lleva la palma mi hermana (de momento), con su regalo de "te lo regalo hoy y así no esperas a mañana para disfrutarlo" (o sea que me lo dió ayer).
A ver, la cosa es un recipiente de plástico, en plan botellin ciclista (un poco mas grande), con el logo adadas (para no pagar derechos de copyright, pero supongo que se entiende la marca, si no pongo paridas), y dentro una "toalla" azul. Despues de pelearme media hora para conseguir abrir el ******* recipiente de los *******, luego me tocó sorprenderme.
La toalla es del tamaño de un felpudo, con lo cual no me mola una ******* porque a mi me gustan las toallas enoooormes y esponjoooosas de anuncio de mimosín. Ademas por si fuera poco, al tacto es como una bayeta de cocina húmeda, para entendernos, el que sepa tiene el tacto de hocico de chucho, frío y semi-humedo (húmedo porque permite una mayor percepción de lo olores, por eso los cánidos siempre tienen sus hocicos húmedos).
Asi que poneros en situación. Despues de un fin de semana a unos 40º centígrados (que segun la doctora de urgencias no podía tener porque si no, no estaría vivo, pero ella bien vió el termómetro), tengo un poco de repelús por los calores, por lo que me duché en agua fría (si, lo se, al final siempre me ducho en agua fría por una estupidez o por otra), allá estoy yo mirando la escueta toallita azul de los ******* y me pongo a secar.
Me siento como si me estuviera frotando con la bayeta de la cocina, la de pasarle a la mesa despues de tenerla enjabonada. Aun por encima esta fría como hocico de perro, y eso que teóricamente debía estar yo mas frío por la ducha fría.
Y por si no fuera poco, a la toalla de marras hay que tenerla semi-humeda, porque si no pasa a tener la consistencia del cartón. O sea, que la toallita es como una mujer que hay que mimar continuamente, mmmm, creo que me encanta.
En fín, llevo media hora buscando en google datos sobre la mencionada toalla de los ******, porque segun mi hermana es técnología punta, al llegar a casa miro el recipiente para ver como se llama cientificamente.
En todo caso una experiencia nueva, increible.

2 comentarios:

Zuviëh S.F. dijo...

Felicidades.
Y la toalla a la basura. xD

vainilla dijo...

Pues a mi hace unos años me trajeron dicho souvenir de Londres. Tenía forma de pastilla de jabón, y cual fue mi sorpresa cuando al mojarla se convirtió en un trapillo inmundo con un dibujo de winnie pooh todo borroso. Felicidades!!!!