Bocazas

Ser bocazas tiene su parte buena y su parte mala (como todo en esta vida, salvo los cerdos que se le aprovechan hasta los andares). Resulta que ayer en uno de mis típicos recorridos turísticos por los mas variopintos y pintorescos lugares de mi ciudad me estampé contra una rubia.

El fin de semana me lo pasé en Burgos (tengo un par de escritos calentitos y jugosos pendientes, que no estaba muerto que estaba de parranda, lerelelele) en la boda de un primo y su señora (señora después de la boda se entiende). Y segun otro refran de mi pueblo "noites alegres, mañans tristes" (noches alegres mañanas tristes) el lunes estaba algo espeso. Gracias a la genetica de la familia mi reacción con todo lo que sea desgaste es de risa. Me canso poco, aguanto mucho, ademas en mi vida tuve una resaca, tampoco es que beba pero a veces, como en esta boda fué un fin de semana de fiesta entero. Si a esto añadimos que gracias a los dineros que me dejo en el gimnasio ahora tengo unas piernas que no se cansan, unas rodillas que ya no se resienten, y unos bailes... bueno, los bailes siguen siendo igual que antes, pero soy simpatico un rato, jaja.

El caso es que acabé todo lo que tenía que hacer por la mañana de forma satisfactoria (y eso que me dieron cincuentamil quehaceres, y alguno con prisa). Y cuando la mañana ya estaba acabando, con las típicas cosas de cuando estas a punto de ir a comer (clientes que llaman para pedir algo rarísimo y difícil, se pone a llover y uno sin paraguas cuando toda la mañana hizo un sol de escandalo, te empaquetan alguna salida de última hora que es a vida o muerte para ya... lo tipico vamos).

Y ahí me voy yo a Delegacion de descorchadores de vino tinto, con la moral por los suelos, pensando en las verduritas del mediodía, con mi típica bromita de meterme con el segurata. Aún no he conseguido que me cachee, cosa que tampoco me quita el sueño, pero eso si, si algun día aparece por allí una guardia de seguridad bonita me lleno los bolsillos de tornillos.

Me pongo a la cola, con los típicos cachondeos de las colas -"quien es la última" -"usted". Bostezando como un gato amodorrado, cambiando el peso de una pierna a la otra, canturreando, e intentando no revisar la hora cada medio minuto. Entonces me toca y me dicen que allí no es (helado me quedo porque había llevado cosa de sopotocientos millones de modelos del mismo tipo allí). Menos mal que la chica viendo mi cara de susto me explica donde es. Cuando me quería explicar como se llegaba con pelos y señales, le solté un "donde, que , que llevo prisa, porfavorgracias" y me dice "piso 3º a mano derecha".

Allá me voy yo al tercero todo acalorado (paso de subir por el ascensor y luego claro). Giro a mano derecha y veo un pasillo mas largo que un día sin pan. En fin, me digo, y me meto en el primer despacho como quien no quiere la cosa para preguntar. Y en esto....

... en esto que me miran dos ojos azules, grandes y bonitos. La chica rubia y tambien bastante bonita. Despues de unos segundos en que mi cerebro anda por la constelación de Orión, me doy cuenta que la chica me esta hablando. Me pregunta que es lo que quiero. Balbuceo unas frases sin sentido y me voy temblequeando a entregar los papeles y vuelvo a la oficina.
Mi compañera me ve llegar temblequeante como un flan y me pregunta si estoy bien. Pero cuando le cuento el problema y se monda, se troncha y se parte.
Pero lo mejor es la amistad, ahhhhh, toda la semana oyendo gracias como:

• Notitas con cositas como: acuerdate de preparar los papeles para recoger el certificado de descorchador de vino tinto junto a "la de los ojos".
• Mi amigos me saludan con nu "mira una rubia", "bonitos ojos"...
• Mis amigas me dicen cosas como "ya se que no soy rubia pero prestame atencion", "si quieres me tiño", "que pasa, si no son azules no miras para los ojos (esto suena muy mal osease que aclaro, me quede mirando para un porsche precioso en negro metalizado (y eso que a mi los coches pfff)).
• En la oficina mis compañeros me dicen cosas como "oye, de que color son los ojos de la de Fresadores de mantequilla en lata".
  

Ahhhh, que mala baba tienen los amigos cuando se ponen... y todo por unos ojos bonitos...