domingo, 23 de septiembre de 2007

Coche volcado (2 veces)

Ayer tocó ver una exposición de coches de ocasión, y la presentación del nuevo peugeot 308. Como siempre eramos 3, Smog, Gwaihir y yo. El viaje (aproxi 1 hora), como todos, estupendo con nuestras profundas disquisiciones metafisicas, sesudas conversaciones. Tan increible era la conversación que ni pusimos musica (¿?¿?) y ni me acuerdo de que hablamos (?¿?¿).
El caso es que una vez dentro se sucedieron las típicas y tópicas actividades en una feria de ese estilo. Cada vez que pasaba una comercial para ofrecernos algo me saltaban los dos encima y me tapaban la boca, al tiempo que me alejaban de la susodicha chica.
Pero lo mejor fué cuando descubrimos una de las atracciones. Un coche con un mecanismo que lo hacía girar hasta ponerlo boca abajo. Al principio no estaban muy convencidos, pero antes de irnos, los arrastré hasta el coche, luego montaron encantados (la cuestión de siempre, hacerse rogar). Y como era un 4 plazas, nos empaquetaron a un señor muy educado que nos saludó al entrar.
Despues de escuchar las indicaciones del instructor de que nos agarraramos a lo que vieramos pero que nunca jamas tocaramos el techo el coche se puso a girar de lado. Las sensaciones fueron increibles, notar como te vas contra la puerta es divertido hasta que te comienzas a poner boca abajo. El pobre señor miraba para nosotros, pero solo aguantó 10 segundos hasta que le dió el ataque de risa.
Normal, cuando estabamos cabeza abajo, Smog se agarraba al cinturón y ponía cara de no estar preocupado. En la parte de adelante, el piloto (o sea yo), le estaba tocando las narices (literalmente, le estaba dando golpecitos con el dedo) a Gwaihir, que se puso a gritar que me estuviera quieto sin parar de reir.
Al final, despues de 3 o 4 vueltas salimos con los ojos inyectados en sangre y llorando de risa. El pobre paisano quedó medio mareado de tanto reir boca abajo. Lo unico malo es que había un coche haciendo instruccion de conducción sobre mojado pero ahí no nos dejaron montar.
Al final regresamos a la ciudad, comiendo unos churritos recién salidos de la freidora que sabían a Gloria, charlando (esta conversación si la recuerdo) sobre vinitos gallegos y riojas, empanadas de anguilas, cordero, ají y diversas delicias culinarias.

3 comentarios:

vainilla dijo...

desde luego..siempre poniendome los dientes largos con las delicias culinarias gallegas.

Burnout. dijo...

Claro, si no montas tú revientas...
El caso es tocarle las narices a alguien...
Un saludo

Xtebra dijo...

Y tanto que reviento, jejex