Problemas en la oficina

Hoy tengo uno de "esos" días que mis amigos llaman "días tontos". La cosa no tenía buena pinta, porque a primera hora de la mañana los antecedentes no eran benignos. Pocas horas de dormir, muy pocas y mucho trabajo por delante. Despues a media mañana, la cosa tampoco es que mejorara mucho, pues me dieron tropecientas mil cosas para hacer, y ninguna que se pudiese arreglar fácilmente, o por lo menos en un tiempo razonable.
Aparte de lo laboral, y para rematarla, me salté la comida porque tenía cita con mi peluquera, y entre ir y venir, no da tiempo para más. En la peluquería, además de tener retraso en las citas, que me daba igual, entró una belleza andante quitahipos (que ya no me da igual) justo cuando terminaban de cortarme el pelo. Y la media hora siguiente que la pasé mas tenso que una gamba en gabardina "no gires la cabeza, no gires la cabeza, estate quieto, que como te de un tajo la cagamos (aproveché para un afeitado, la casa por la ventana)".
Y a la noche que van comenzar las fiestas. Y Gwaihir y yo que vamos a ver a Los Suaves, hoy, en mi ciudad (y la suya) en su "concierto de despedida" (que será el tercero al que vamos). Bilbo me encargó un reportaje fotografico en toda regla y aun tengo las pilas sin comprar. Hay rumores de una cancelación y yo con estos pelos.
Como no me daba tiempo a comer, de camino para la ofi (con 5 minutos de adelanto), me dije a mi mismo (realmente lo pensé, que cuando hablo solo por la calle la gente me mira) "casi me compro algo para picar que luego comienzo a rugir en plan tigre y no es plan". Así que me compré una empanadilla hojaldrada (había de las otras, pero me llenó el ojo y no hubo manera) y una napolitana (auque el xuxo de crema me estaba tentando).
con A lo masticable hay que añadirle lo bebible, que a la mañana mi compi entró tarde porque se le pusieron pochas las niñas y fueron al médico. Así que en un momento que bajé a por unos papeles, le compré un aquarius grande y fresquito. Pero al subir, ella salía escopeteada para consultar unas consultas y no me vió. Y cuando volvió traía una garrafa de zumo. Total, que acabo en la ofi con viveres suficientes para aguantar la tarde sin problemas.
Lo malo, es que cuando me puse a comer la maldita empanadilla, al ser hojaldrada, comenzó a deshacerse (por que no compraría la otra, por que). Y gracias a Murphy, al final me dió un estornudo justo con el último bocado y acabé haciendo el número del monstruo de las galletas. En ese momento pasaba una de las compañeras del otro despacho, y yo allí, colorado, rodeado de virutillas de hojaldre y con un área de forma cónica de mi mesa limpia de papeles (que estaban cayendo al suelo como en las peliculas, en plan pluma, de un lado a otro).
Luego me puse con la napolitana. Esta no se deshacía tanto, así que me confié, gran error. Recordemos que mi temperatura corporal es elevada (y no porque sea alto) y acabé fundiendo el chocolate. Menos mal que lo ví comenzar a gotear y fuí habilidoso para meter la cabeza debajo. Claro que en ese momento volvió a pasar la chica del otro despacho. Imaginaros a un "supuesto" tipo serio, que tendría que ser yo, sentado a la mesa. Con un brazo en alto agarrando una napolitana y la cabeza debajo esperando que caiga ¿¿algo??.
La tercera vez que pasó la chica, ya la cosa no fué tan chunga, total, que me aburría y agujereé el tapón de la garrafa de zumo, para poder beber en plan porrón y no tener que andar desenroscando cada poco, que hace mucho calor, y allí estaba yo, manejando el ratón como un poseso y con el porrón de zumo de litro y medio.
Total, que la cosa muy divertida, pero con esta chica ya me puedo ir despidiendo de cualquier relación que no sea estrictamente profesional y en público.