Mas ojitos femeninos

Pues si contertulios mios. En un escrito anterior anunciaba al mundo entero que hay una chica con la que suelo coincidir en el autobus (aun la la ví ayer) que tiene los ojitos mas bonitos que he visto en esta y otras vidas que hubiera o hubiese vivido. Grandes, tristes, pensativos, tiernos y de color avellana-plata.
Y hoy voy a hablaros de otros ojitos que no tienen su tristeza pero tienen un color que les hace merecedores de escrito propio. Es una dependienta del salón de té donde tomo mis zumitos de naranja todos los días (o manchados con hielo según el calor que tenga). Es mas, estabamos yo y mi amigo imaginario el otro día en el salón de té, debatiendo sobre Schopenhaüer y jugando al bakcgamon cuando... estoo, se ya no se que iva decir.
Es un chica simpatica y muy salada (no es que le pegara un lametón, me refiero al caracter) y desde hace unas semanas tenemos las tipicas conversaciones de dos personas que se llevan bien.
- Que tal.
- Ya ves.
- Pues si.
No nos conocemos mucho que se diga aunque ya nos tiramos con nuestras parrafadas unos minutos entretenidos.
Eso estaría muy bien si no fuera porque tiene unos ojos color miel preciosos. Si esto no es suficiente suele sonreir mucho y la suya es una de esas sonrisas que alegran el corazón y llenan la habitación donde esté. Cuando captan la luz adquiere unos matices mucho mas claritos y chispean reflejos luminosos y la miel de sus ojos parece cobrar vida. Así no se puede, uno quiere decirle algo inteligente y divertido pero es mirarle los ojos y se me va el santo al cielo.
Aiss, que barbaridad