miércoles, 8 de noviembre de 2006

Progresos de gimnasio o las lentillas malditas

Tres lentillas para el rey Elvis que esta en el cielo
Siete para los enanos bajitos en casas de cartonpiedra
Nueve para los hombres mortales que mueren o fenecen en las garras de la muerte mientras perecen condenados a morir
Una para la señora oscura, sobre el trono oscuro, en una oscura montaña de una tierra a oscuras bajo un cielo nuboso de negras nubes azotadas por malignos vientos proveniendes de mares oscuros en las tierras de Mordor donde hay mucha sombra (realmente oscuro)
Una lentilla para verlas a todas, una lentilla para encontrarlas a todas, colonia de fresa para atraerlas a todas y atarlas en las tinieblas en la oscura tierra de la oscura señora del oscuro trono en la oscura noche y bla bla bla.
(Copiado miserablemente del señor de los ladrillos, leedlo bribones)


Poco a poco, y muy lentamente, los efectos del gimnasio se comienzan a manifestar en mi, cual una posesion maligna de esas que se manifiesta en jovenes rubias. Ayer mismo palpando los bolsillos en busca de las llaves noté algo realmente duro (y no seais mal pensados). Al mirar mejor me di cuenta que era una tarrina de deuvedeses que llevaba en el bolsillo pero durante un instante me senti el rey del mambo.
Una persona activa como yo, que de pequeño jugaba al baloncesto, que se tiraba horas y horas de futbol callejero (en mi infancia pasaban pocos coches por el barrio) que entrenaba a atletismo y me pasaba los veranos en la piscina cual una nutria. Que triscaba por el monte de matojo en matojo igual que los gorrinos salvajes y las lincelulas. Dejé que mi cuerpo se marchitara, todo culpa mía, nooooo!!!.
Pero eso se acabó porque desde hace un mes voy al gimnasio a machacarme y mestoy poniendo en forma. Eso sin tener en cuenta mi paranoia sobre una conspiracion a nivel mundial y el inminente estallido de una catastrofe de proporciones apocalipticas que me incentivan y motivan para prepararme para sobrevivir como en las peliculas esas de zombies o las de bichos gigantes que se comen a la gente (me gustan esas peliculas en los domingos lluviosos).
Lo primero que ocurre cuando entro al gimnasio es que abro la puerta (lógico porque es la forma mas normal de entrar a un sitio cerrado). Justo cuando ficho ya comienzo a sudar. Nada mas poner un pié en el vestuario masculino comienzo a sudar mas. Igual tiene algo que ver con que haga calor y una humedad que ni los gorilas en la niebla. Y aparte de sudar me quedo ciego porque mis gafas son antivaho. Pero cuando nos dicen en la optica que son antivaho no se refieren a que no se empañan, no, se refieren a que si se empañan se desempañan solas. El sistema no es instantaneo por lo que lo veo todo blanco (igual que cuando te cae un alud de nieve encima pero sin el alud).
Pero lo peor de todo, a pesar de toda la voluntad del mundo, los grandes esfuerzos y el gatorade de limon, se manifiesta (como me gusta esta palabra :P) en el gimnasio con una circunstancia tan maligna y malevola que oigo en mi cabeza a Gandalf el blanco (anteriormente conocido como Gandalf el gris) "corred insensatos". Efectivamente, me estoy refiriendo a las chicas que andan por el gimnasio.
Como no tengo intencion de romperme las gafas y el que viene conmigo es algo gañan cuando se trata de dar collejas, las dejo en el vestuario ya bien desempañadas. Pero claro, si llevo gafas es por algo. Igual que las orejas estan para sujetar la boina, o la nariz para criar bigote, las gafas estan para ver lo mas lejos a tu lado, mas de cerca.
Me pongo a pedalear en la bicicleta estatica, con postura aerodinamica, con un ventilador de bolsillo orientado a la cara y cara de velocidad. Como no llevo gafas no veo un mamut lanudo a tiro de piedra. Y claro, si enfoco la vista para intentar distinguir si conozco a la que está haciendo cinta (que está justo enfrente) parece que o estoy estreñido o que le estoy echando un mal de ojo. Y eso no es todo, soy curioso, muy curioso por naturalez, y claro, si una chica me mira, como no veo, no tengo ni idea de que mira, como lo mira y me pongo muy nervioso.
Pero a mi lo que me gusta son los del fondo, que andan con su traje regional tipico de tae-kwon-do. Si me atrevo, igual esta semana ya pruebo. Es uno de los deseos que siempre tuve, aprender un arte marcial. Pero de las buenas de toda la vida porque aparte del guitarra-fú no aprendí ninguno.

3 comentarios:

Toxcatl dijo...

A ver, resumiendo, que te vas a comprar unas lentillas para ligar en el gimnasio y que vas a intentar combatir con las coreanas rollo taecuando de esos... No se yo, eh? Tengo entendido que las lentillas y el taecuondo se llevan mal (vamos que igual te sale una disparada) Habla con tu optico y sales de dudas; yo es uqe paso de llevar lentillas que es como ponerse dos piedras en los ojos (o casi) y ademas soy muy aprensiva con los ojos (y en general).-
Que vaya parrafada te estoy soltando, a ver si haces ya de una vez lo de estrella invitada que si no, invito a otros yo los cuelo para hacerte rabiar un poco...

Carolina dijo...

Pérdoname lo atrevida de venir a darte 'consejos' en mi primer comentario aquí ,, pero te digo que lo del tae-kwon-do y lentes -de los que sean - no va ... que no se sabe si es más peligroso que las uses y te pase lo que ha dicho toxcatl o que no y no te puedas escapar de tus contrincantes y te muelan a patadas de esas tan 'artisiticas' que se saben los del tae-kwon-do

Me esta gustando leerte

Xtebra dijo...

Toxcatl: Lo de la estrella estoy en la novena revision, porque no me parece nunca lo suficientemente bueno para ti. Estoy en ello, en serio, pero ando algo falto de tiempo.
Carolina: Obviamente, dejo las gafas en el vestuario. No tengo graves problemas, simplemente pierdo nitidez en lontananza por lo que no se si el monitor me esta hablando a mi, si las chicas me guiñan un ojo o si me estan mandando miradas asesinas. En todo caso me alegro que te guste el blog, un placer leer comentarios como el tuyo, :P.