viernes, 22 de septiembre de 2006

Desventuras del trabajo

Amanece en villapinguino. Un nuevo día. Pocas horas de sueño, los pelillos de la barba duros como escarpias, los del cacumen blandos como plumon (y escasos, sniff) la cara de siempre, el cuerpo de siempre. Pero eso va a cambiar porque, chachan me voy apuntar a clases de defensa personal (un señor de la luz no puede ser ofensivo, pero si defensivo). Momento que me estoy desviando del tema...
Decía que amanece que no es poco. El día se las promete felices. Huele a otoño por la mañana. Con sus nubes gallegas (que no sabes si van o si vienen). Con su amanecer tardío, poquita luz a las 7:30 am. De sonido a mi mismo y mi muy mejor amigo versionando las canciones que nos gustan con 2 guitarras españolas y muy poca vergüenza. Esperando al autobus con una sonrisa, que hoy tarda un poquito, pero no pasa nada. Comienza a llover, bien, he traído paragüas, chico prevenido vale por dos. Y el billete gratis!!!, estará estropeada la maquina lectora de tarjetas o es que era hoy el día del transporte que algo leí en el periodico el otro día. Es igual, el día se pone interesante.
Buff, llego en punto absoluto (raro en mi, porque gracias a mi padre, ser puntual significa llegar media hora antes). Y al torcer la esquina veo a una chica de mi ofi, bien, no soy el ultimo. Y no esta sola, estan las dos chicas, el becario y uno de fiscal???. El motivo, se ha quedado un pedazo de trozo de cacho de llave en la cerradura y no abre. Tras las tipicas bromas, llamamos a un cerrajero.
1 café despues + 1 chupito de licorcafé para celebrar el billete de autobus gratis: El cerrajero no llega. La conversación se anima. Ya somos casi 10 personas. Podíamos hacer unos cartelitos y manifestarnos por algo, la caza de ballenas, el abandono de los osos hormiguero o algo así. Como parece que tarda me voy a tomar otro café, total, estoy al lado y siempre pueden darme una llamada perdida.
Otro café y otro chupito despues. Jojo, ya somos mas de 10 personas en la calle. Nada, en media hora nos ponemos a hacer trincheras y no nos moveran. Cuando ya estabamos por comenzar a picar en la acera aparece el cerrajero. Se pone a mirar la puerta, todos los que estamos por allí nos ponemos a mirar al cerrajero, y la gente de la calle nos mira a nosotros. El proceso comienza como todo, con técnicas depuradas, pruebas de cual es la mejor forma de quitar la llave rota hasta que se cansa y comienza a usar la fuerza bruta. Intentar forzar la cerradura con unas cizallas, tenazas y un destornillador. A los 5 minutos de no lograrlo (con 10 personas mirando es dificil), se va corriendo porque dijo algo sobre que se olvidó los donuts o que tiene la furgoneta mal aparcada y en doble fila.
Dobs chupitos de licorcafé mas. Entro en el banco de la esquina, me agencio un fajo de folletos publicitarios y me pongo al lado de la oficina. El cerrajero ahora está con un taladro atacando a la cerradura. Comienzo a repartir los folletos a todo el que se aproxima para curiosear. Los de mi oficina se apartan de mi y se apiñan, no lo entiendo, no hace tanto frío.
Un par de txubpitos mas. Como se me acabaron los folletos, me pongo a pintar unos carteles que dicen "dejad vivir a las ballenas", "asesino, pieles no" y cosas así. Intento darle un poco de vidilla al asunto. Mientras tanto el cerrajero sigue taladrando. Estoy pensando en hablar con el vigilante jurado del edificio de al lado, que le dispare un tirito a la cerradura a ver si así.
Obros buatro chubitos bas. La cosa se pone ineteresante. El cerrajero ha conseguido taladrar todo lo que había por taladrar pero la puerta no abre. Desde luego el jefe no se puede quejar de falta de seguridad. Pero el cerrajero se comienza a poner nervioso y le da rabiosos tirones a la puerta pero nada. Prueba a abrir con otra llave, cosa que no entiendo porque la otra llave sigue estando dentro.
Be acabo la botella de licorcafé. Por fin han logrado abrir la buerta. No le quedaba mas remedio porque ya no tiene cerradura. Ahora hay un bonito agujero en lo que era una cerradura. Ya podían ser así todos los días.

3 comentarios:

Toxcatl dijo...

Joder como te lo pasas, macho; a mi se me ocurre atacar el licorcafé desde punto mañana y al segundo chupito ya estoy bailando la muñeira (y eso que soy del centro de la pininsula).-

Que te insisto por tu bien y eso, hijo; que movil es con V de Vendetta de toda la vida de dios...

Xtebra dijo...

Es una manía personal verdosa. Movil en gallego se dice mobil y tengo la manía de escribirlo asi, a pesar de que cada vez que lo escribo se que cometo una falta ortografica. Como sabrás, intento cuidarla con acentos y esas cosas aunque a veces me suelto el poco pelo y me permito ciertas libertades. Por cierto que no se si eres la primera en notarlo, pero si la primera en mencionarlo, ole valiente XD.
La muiñeira la bailé yo por la oficina a la mañana.

Toxcatl dijo...

Si que fue mala la resaca del licorcafé... aun no has actualizado...